sábado, 16 de enero de 2010

Otro







Partitura espacial en la estación desamor

Ese rubio de cara pálida me robó el alma una noche de clara luna
En un banco junto al río,
En un balancín de inocente sensualidad.
Cada lugar fue la nota de color de nuestra canción
Aunque casi no supimos tocarla.
Los lugares más propicios para los amantes
Son los metros de madrugada.
Qué mal estuve cuando se me escapó el último.
Ahora me dedico a llenar ceniceros y páginas.
Si es que puedo.
Cada bocado de la noche es un tren que pierdo de tu boca.
Y cuando mis pasos se te acercan es demasiado tarde.
Tarde para volver a revivir segundas partes.
Y pronto para saber si estaremos dispuestos a ser los mismos ahora.
Atada de pies y manos, amordazada y con estopas en el alma
Salgo a buscarte como loca.
¿y qué hallo?
Carreteras secundarias.





Sin título



Cómo romper tu hielo
Tan profundo que apenas puedo escarbar
con mis quebradizas uñas.

Me limito a sorber las pequeñas virutas de agua
que se escapan
entre mis manos.

Nunca un nombre tan vulgar
Tuvo tanto significado
En el medio de mi centro.

Cada palabra tuya va deshaciendo
Las tiznas que consigo alcanzar
Con mi torpe lengua.

Y mis pasos siguen tu sombra
Como sereno en la noche
De m
i alma vagabunda.




A vosotros





Para Vanesa y Saúl, ellos saben por qué

Oh amigo, mi siempre gran amigo,
Qué lejos te veo
Desde aquí, lejos.
Eres una muesca grabada a hierro en mi corazón cuando me pierdo.
Una leve inclinación de tu barbilla hacia mi espalda.
Tan sólo esa mirada cínica sobre mis palabras.
No busquéis, amigo, más motivos.





A mi padre








 



Pasan los años y la vida que no tuviste
Pasa en mí. Te veo en mis ojos, padre,
En la chispa de su luz,
En el brillo de la sonrisa que me encargaste repetir.

Te eché a un lado y te llevo dentro,
O es al revés, ya no me acuerdo.

Hoy he pensando que iré a visitarte. Quiero ir a verte sola
Como cuando me aupabas al llegar o si me quedaba dormida
Como y donde no debía.
Y me enseñaste a estudiar y a ser mejor
A ser un buen trabajador. Lo que me pregunto, padre,
Y si te hubieras atrevido a dejarme libre, veo que
Sí, padre, más que los vivos
Que me retienen aquí a la fuerza.

De qué sirve hacerse preguntas
Que no puedes responder, padre, si vives
Bajo tierra. Cómo sería mi vida en tu presencia
Es anatema, vives en mí.