Para Vanesa y Saúl, ellos saben por qué
Oh amigo, mi siempre gran amigo,
Qué lejos te veo
Desde aquí, lejos.
Eres una muesca grabada a hierro en mi corazón cuando me pierdo.
Una leve inclinación de tu barbilla hacia mi espalda.
Tan sólo esa mirada cínica sobre mis palabras.
No busquéis, amigo, más motivos.
No sólo versos. Además, Hungry Heart. No hay palabras... salvo GRACIAS.
ResponderEliminar